La investigación evaluó a un grupo de 60 mujeres que durante seis meses juzgó el atractivo de cuatro caras creadas por ordenador a partir de 50 rasgos faciales masculinos.
Las mujeres tenían que ponerle una nota a las caras de hombres que se les presentaban. Luego eran manipuladas para darles un aspecto más o menos masculino, alterando rasgos principales como las mandíbulas y haciendo que se parecieran más o menos a los rasgos de la mujer que las evaluaba.
Realizados los cambios, las mujeres volvían a calificar las facciones y, en su gran mayoría, daban mejor nota a las caras masculinas cuyos rasgos habían sido suavizados y ofrecían una apariencia más femenina.
El director del estudio, Tamsin Saxton, afirmó que "investigaciones previas ya habían constatado que las mujeres se pueden sentir atraídas hacia hombres con rasgos masculinos marcados, pero que estos rasgos también les hace desconfiar de ellos".
"Este estudio muestra que las mujeres tienden a confiar más de los hombres si se les parecen. Todo parece indicar que es el parecido físico lo que elimina la sospecha", explicó Saxton.
El estudio fue publicado en la revista científica "Behavioral Ecology" , y contó con la colaboración de la Universidad de Liverpool (Inglaterra) , uno de cuyos investigadores, Craig Roberts, destacó otro hallazgo interesante del estudio: que la mayoría de las mujeres prestaba especial atención a rasgos físicos concretos.
"Las mujeres se fijaron en características faciales como la forma de la cara y en rasgos específicos como la forma de la nariz o el tamaño de los ojos. El color de los ojos o de la piel no fueron tomados en cuenta por la mayoría de ellas", indicó.
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